3 hábitos que debes evitar al cantar
3 cosas que definitivamente debes evitar al cantar para no hacerte daño en las cuerdas vocales y otros músculos de la laringe.
Para cantar bien es conveniente tener una buena rutina de calentamiento vocal y también ejercitar diariamente la voz para lograr desarrollar cada aspecto de nuestro aparato fonador. En otros artículos hablé sobre el cuidado de la voz y qué hacer para mantener una voz sana en términos generales, pero ahora nos enfocaremos en 3 aspectos puntuales que pueden estar causándote problemas, molestias, irritación y que detienen el desarrollo de tu voz.
Al cantar o vocalizar evita estas 3 cosas:
1. Presión excesiva en la laringe
Intenta no empujar demasiado aire hacia la laringe. Es común que intentemos hacer los agudos potentes “empujando” más aire en la laringe, de ese modo generamos mucha presión subglótica, lo cual da como resultado lo contrario a lo que queremos lograr: las cuerdas vocales se tensan en exceso y no pueden vibrar libremente, así que el sonido se corta, sale con mala calidad, sin control y, peor aún, nos comienza a generar molestias, mucosidad o tos.
Aunque te parezca extraño, las notas potentes requieren menos aire que las notas suaves, la amplificación de la voz no se logra con más aire, sino con un buen manejo de la resonancia. Por otro lado, si bien los agudos potentes van a requerir un poco más de aire, el incremento es mínimo con respecto a las notas bajas, pero la tendencia es a querer empujar mucho más aire del necesario. Así que, cuando estés vocalizando o cantando, intenta relajarte al hacer los agudos, intenta entrenar tu voz para usar la cantidad de aire justa.
Para alcanzar agudos potentes, puede ayudarte el pensar que los agudos salen desde más abajo de tu centro. Piensa que los graves salen desde el pecho y a medida que subes el origen del sonido baja hacia el ombligo. Esto te ayudará a ir controlando la energía de los agudos desde la zona abdominal, pero sin que termines empujando excesivamente.
También te ayudará pensar que los agudos salen desde más al fondo de la garganta. Piensa en los graves como saliendo desde la punta de los labios y los agudos saliendo desde más al fondo en la garganta. Esto te ayudará a abrir más la garganta a medida que subes, lo cual mejorará el espacio vibratorio y también hará que el sonido saliente, que viene con más presión, no “choque” contra una garganta cerrada y así se “estrangule”.
2. Tomar mucho aire
Al inspirar tenemos que intentar siempre tomar la cantidad de aire justa y necesaria. En el libro “The Ultime Guide To Sing” de Barker y Alexander, se dice que “Una extensa toma de aire tiende a generar demasiada presión contra los pliegues vocales (cuerdas vocales), impulsándote a cerrarlas con más fuerza para mantener el aire dentro. Esto puede hacer que sea difícil de controlar la salida de las primeras notas, haciendo que tu voz suene apretada o explosiva”.
Es así que tomar mucho aire incrementa nuestra presión en la laringe, lo cual nos lleva a los mismos problemas enunciados en el primer punto. Por lo tanto, no sólo hay que estar atentos de no hacer mucha fuerza al querer cantar, sino que también tenemos que controlar la cantidad de aire que ingresa en la inspiración. Al inspirar, piensa en hacerlo como si estuvieras oliendo una rosa o un jazmín.
3. Retraer la lengua involuntariamente
Tener la lengua muy hacia atrás obstaculiza el sonido de salida. Curiosamente, se ha observado que este movimiento se produce de forma involuntaria cuando no hay un buen soporte abdominal para el flujo de aire, por lo cual la raíz de la lengua y la mandíbula toman la responsabilidad de ajustar y sostener la voz.
La posición ideal de la lengua es descansando por detrás de los dientes de abajo. Por supuesto debe moverse para producir las distintas vocales y consonantes, pero en su posición de reposo debería volver a ese lugar. En posición de “A”, la punta de la lengua debería estar apoyada en los dientes de abajo, pero sin presión, sólo descansando allí.
Si hay tensión en la lengua, puedes practicar 5 minutos de vocalización con una “A” con lengua hacia afuera y doblada hacia abajo, esto ayudará a alivianar tensión en la raíz de la lengua. También puedes intentar practicar con los siguientes ejercicios de agilidad para la lengua:
Ejercicios para la agilidad de la lengua (mujeres)
Ejercicios para la agilidad de la lengua (hombres)
Cabe aclarar que no toda retracción de la lengua es mala. La posición de la lengua modifica los espacios vibratorios y puede ayudarnos a cambiar el sonido resultante. Una lengua hacia atrás genera más resonancia, por lo tanto, bien usada, la retracción de la lengua podría darnos matices interesantes.
Además, efectos como el growl de blues requieren una lengua retraída. Lo importante es que, de hacerlo, tengamos absoluto control y no sintamos exceso de presión de aire en la laringe.
De todos modos, como dije al principio, muchas veces el problema de retracción de la lengua, e incluso problemas de movilidad en la mandíbula, pueden ser resultado de exceso de presión en la laringe, así que, solucionando ese problema, la lengua queda aliviada “automáticamente”.
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