¡No cantes con la garganta!
La declaración que hacen algunos de que "no hay que cantar con la garganta" es absurda, ¡siempre cantamos por la garganta! porque nuestras cuerdas vocales están allí.
Hay un mito popular entre cantantes y, peor aún, entre maestros de canto, que es que no se debe cantar con la garganta. Pero esta es una declaración totalmente absurda, ya que ¡la garganta es el lugar en donde se produce la voz!
¿Qué es la garganta?
La garganta es la parte frontal del cuello y se compone de la faringe y la laringe. En la laringe están ubicadas nuestras cuerdas vocales, que es donde se produce el sonido y en la faringe se produce parte importante de la resonancia de la voz, por lo tanto ¡es imposible cantar sin usar la garganta!
La función de la garganta en el canto
La garganta compone músculos de la faringe que están conectados con nuestro sistema digestivo y respiratorio. Nuestro aparato fonador (el que produce el sonido) está conectado al sistema respiratorio y es mediante la garganta que produciremos toda clase de sonidos, desde los ruidos de la tos, la risa o el llanto, los sonidos el habla, hasta las más hermosas melodías y canciones.
La manipulación de todos los músculos que están integrados en la garganta son parte fundamental de la técnica vocal, por eso es que la garganta tiene un rol muy importante en el canto y puede ser la causa del éxito o fracaso en nuestras presentaciones, ya que reacciona a nuestras emociones y así puede abrirse para darnos una total sensación de libertad en la voz, o cerrarse y ser la causa de un mal desempeño (como cuando se nos cierra la garganta en reacción al miedo o vergüenza).
Echándole la culpa a la garganta
Hay un doble discurso cuando alguien dice que no hay que cantar con la garganta pero, por otro lado, cuando algo falla le echan la culpa de todos los males del canto a la garganta. Por ejemplo, cuando oímos decir: “no me salió la nota aguda porque estoy mal de la garganta”; o: “hoy no puedo vocalizar porque estoy mal de la garganta”. La pregunta sería: si, supuestamente, no hay que usar la garganta al cantar, ¿cómo es que dejan de cantar cuando les falla la garganta? ¡Totalmente ilógico!
¡Entrena tu garganta!
Entendiendo lo importante que es la garganta al cantar, es lógico deducir que hay que entrenar la garganta para poder cantar mejor. Parte de entrenar la garganta es aprender a darle elasticidad con ejercicios de apertura para mejorar la resonancia y también evitar obstrucciones involuntarias de las bandas ventriculares, la epiglotis y el paladar blando (todas partes que están dentro de la garganta).
Tener un buen control de la garganta y buena elasticidad en los músculos que la componen es la clave para tener una buena afinación, una voz estable, cantar notas agudas sin esfuerzo y bien controladas, dar brillo y potencia a la voz, entre otras cosas.
Usa la garganta, pero evita forzarla o lastimarla
Un punto de confusión en este asunto es el hecho de que cuando la técnica vocal es correcta, no sentimos esfuerzo o molestias en la garganta, es entonces que muchos se confunden y piensan que la garganta no está trabajando, pero nada más lejos de la realidad.
Piensen, por ejemplo, en el hígado, es un órganos que trabaja continuamente y no lo sentimos, cuando lo sentimos, es porque algo está fallando y se está “quejando” porque lo hemos sobrecargado, o porque hay alguna enfermedad. Lo mismo puede decirse de la garganta, si ésta trabaja correctamente, por lo general no la sentimos, pero cuando la sobrecargamos con ejercicios incorrectos o mal ejecutados, tendemos a forzarla y ésta se “queja” a través de molestias, picazón, flema, etc. Por eso es importante tener una rutina de vocalización apropiada, que tenga un correcto calentamiento de la voz y es importante que siempre monitoreemos nuestras propias sensaciones, si empezamos a sentir molestias en la garganta (que no se deban a alguna enfermedad), probablemente algo estamos haciendo mal.
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