7 hábitos que te harán cantar mejor
Solemos pensar que si dedicamos muchas horas al entrenamiento vocal podremos mejorar rápidamente. Pero no todo es vocalizar y cantar, hay ciertas acciones que, si se vuelven hábitos en nuestras vidas, nos ayudarán a tener un más rápido desarrollo de la voz.
En toda actividad de la vida, podemos hacer mejoras notables tan sólo con hacer pequeñas acciones que sean consistentes en el tiempo. Todo viaje se comienza dando el primer paso, y cada paso, por pequeño que sea, nos deja un poco más cerca de nuestro objetivo.
Al desarrollar la voz (y también con otras actividades de la vida) solemos pensar que si dedicamos muchas horas al entrenamiento podremos mejorar rápidamente. Pero no todo es vocalizar y cantar, hay ciertas acciones que, si se vuelven hábitos en nuestras vidas, nos ayudarán a tener un más rápido desarrollo de la voz y conservar la salud vocal a lo largo de los años.
Estos 7 hábitos te ayudarán a mejorar la voz
1. Tomar suficiente cantidad de AGUA a diario
Es un consejo muy repetido, muy simple, pero también con mucha frecuencia pasado por alto. A veces estamos siempre buscando las grandes técnicas que nos convertirán en súper cantantes, pero nos olvidamos de lo más básico y fundamental: el agua.
Las cuerdas vocales están cubiertas de una mucosa, la cual requiere estar bien hidratada para funcionar correctamente. Cuando los pliegues vocales están bien hidratados, tienen menos tensión y hace falta menos presión de aire para hacerlas vibrar. Sin la suficiente agua, todos nuestros ejercicios vocales van a tener un menor rendimiento, y habrá más tendencia a la fatiga vocal, por eso es importante tomar cada día la cantidad necesaria de agua.
Una forma de calcular tu cantidad ideal de agua es tomar tu peso en kilogramos y dividirlo por 7, eso te dará la cantidad de vasos de agua (de 250cm3) que deberás tomar cada día (Por ejemplo, si pesas 70kg, la cuenta es 70/7=10, tendrás que tomar 10 vasos de agua por día). En términos generales, tendremos que tomar entre 2,5L y 3L diarios.
2. Preparar la voz antes de cantar o vocalizar
Es muy importante siempre hacer ejercicios de calentamiento vocal antes de comenzar a cantar, o antes de hacer ejercicios vocales exigentes. En este punto no es tan importante qué ejercicios hacer, lo importante es que sean ejercicios que comiencen por trabajar la voz de forma relajada y con mínimo esfuerzo y en la que la exigencia se incremente progresivamente. En el artículo Cómo calentar la voz para cantar hice una explicación más amplia de este aspecto y dejé ejercicios que te servirán de calentamiento.
3. Tener un buen descanso
No todo es “hacer y hacer”, sino que es importante tomar el descanso necesario diariamente y también aprender a identificar cuándo nuestra voz está fatigada y tenemos que dejar de cantar, vocalizar o incluso de hablar.
Ninguna voz, por más profesional que sea, tiene la capacidad de estar funcionando durante todo el día incesantemente. La producción de la voz implica el uso de varios músculos vocales, y esos músculos se fatigan, necesitan descanso.
Este descanso implica dejar de usar la voz cuando sentimos que está fatigada, que ya no responde adecuadamente, o cuando sentimos molestias, picazón, o hay disfonías y afonías. Pero también es importante dormir apropiadamente, tener un sueño de calidad y dormir la cantidad de horas necesarias es fundamental para nuestro desarrollo y bienestar físico y psíquico. Durante el sueño la mente activa la reparación de nuestro cuerpo, los músculos son fortalecidos durante el descanso, así que, sin el descanso necesario, los músculos vocales no tendrán su reparación y desarrollo apropiado. Además, al dormir podemos asimilar mejor todo lo aprendido y también consolidar la creación de conexiones neurológicas que van surgiendo en la medida que ganamos más habilidad vocal.
4. Aprender a "caminar" antes de intentar "correr"
Está claro que para poder correr, antes tenemos que aprender a caminar con paso firme. Mientras mejor sea el movimiento de nuestras piernas al caminar, mejor será nuestra eficacia al correr. Los grandes atletas siempre se entrenan con movimientos lentos y precisos y luego les van dando velocidad. Del mismo modo, es importante que vayamos paso a paso en el desarrollo de la voz.
Será de gran beneficio desarrollar una correcta voz hablada, que tenga buena resonancia y una precisa dicción. La forma en la que hablamos tiene una gran influencia en lo que luego sucede al cantar. Una voz hablada mal emitida puede causar fatiga vocal, y si hemos estado hablando bastante tiempo a lo largo del día, al intentar cantar ya tendremos la voz cansada. Una voz con buen cierre cordal, buena resonancia, variación tonal y una altura apropiada (ni muy alta, ni muy baja) va a generar un uso más eficiente de la voz y menor desgaste.
Del mismo modo, cada nueva técnica que encaremos, deberíamos comenzarla muy lentamente. Por ejemplo, practicar la afinación tratando de repetir o sostener una sola nota e ir una por una en una zona cómoda de la voz hasta lograr una afinación y estabilidad precisa. Los melismas, vamos a comenzarlos muy lentos, nota a nota, y en la medida que salgan bien, vamos aumentando la velocidad. Los ejercicios de potencia, los practicamos sobre una sola nota, corta y rápida, y luego vamos extendiendo la duración y altura de las notas. Y así con cada ejercicio que hagamos y cada nueva técnica que aprendamos.
5. Hacer ejercicio físico
Un buen estado físico ayuda en todas las funciones de nuestro organismo y no es la excepción para el canto. Al cantar, no sólo la laringe está funcionando, sino prácticamente todos los grupos musculares del cuerpo, por eso las malas posturas afectan a la voz.
Los ejercicios de alto impacto van a ayudar a todo el sistema respiratorio y circulatorio recomiendo especialmente los ejercicios “HIT” (High Intensity Training. entrenamiento de alta intesidad), los cuales generan grandes beneficios en poco tiempo (puedes encontrar rutinas de entre 12 y 15 minutos). Ejercicios de relajación y flexibilidad también ayudan a aliviar tensiones y tener un control completo de todo el cuerpo, lo cual también trae beneficios a la hora de cantar.
6. Tener una alimentación sana y completa
Una buena alimentación es la base para una buena salud. Muchas enfermedades y afecciones pueden evitarse si mantenemos una dieta sana y equilibrada y no sólo nos dará beneficio a la voz, sino a todas nuestras actividades.
Es más y más común en estos días que las personas sufran de acidez o de reflujo gastroesofágico, y esto afecta directamente a la voz, ya que los gases ácidos que vienen desde el estómago puede irritar la garganta y, a veces llegan a entrar en el conducto laríngeo, afectando la voz. Estos problemas tienen su origen en una incorrecta alimentación, cambiando los hábitos alimenticios es posible eliminar (en la mayoría de los casos) los problemas de reflujo y acidez sin tener que recurrir a medicamentos (si quieres saber más al respecto te recomiendo este video del Frank Suárez: Acidez estomacal o gastritis)
7. Evitar estrés dañino
“Estrés” significa “tensión”. En términos sencillos, todo lo que nos genera algún tipo de tensión nerviosa puede ser llamado “estrés”. Normalmente asociamos al estrés con algo negativo, pero no todo estrés es malo. Nuestro cuerpo necesita siempre de cierto estrés, tanto físico como psíquico, para funcionar, todas las actividades de nuestro diario vivir lo requieren. No obstante, hay una clase de estrés que es negativo (llamado en el campo médico “distrés”), el cual aparece en momentos de excesiva ansiedad, rencor, remordimiento, amargura, pesar, o cuando una persona tiene exceso de actividades, especialmente que requieren mucho de su atención y pensamiento. El estrés negativo, o distrés, es dañino para nuestra salud general y nos afectarán también a la hora de cantar.
Hay personas que en estado de ansiedad y nerviosismo acumulan tensión en el cuello y la laringe misma, al punto de que se genera una rigidez que afecta al funcionamiento de las cuerdas vocales y la producción de la voz. Por eso es bueno relajar cuello, espalda, hombros y todo el cuerpo antes de cantar. Aparte de esto, la tensión nerviosa nos hace perder la concentración, y cuando hay falta de concentración, todo proceso de aprendizaje se entorpece.
El canto de por sí puede ser una actividad relajante si sabemos abordarlo correctamente. Tomarse tiempo para relajar el cuerpo, destensar los músculos y hacer ejercicios de vocalización que provoquen risa y despierten el buen humor son una gran ayuda para combatir el estrés negativo. Haz todo lo posible por evitar los estados de ansiedad y nerviosismo, busca formas de relajarte y concentrarte, y tu aprendizaje mejorará notablemente.
Conclusión: mejorar la voz requiere cuidar todo nuestro cuerpo
Hasta aquí, algunos consejos para tu día a día que te ayudarán a tener un estado óptimo para tu voz e incrementar tu capacidad de aprendizaje y desarrollo de la voz. Espero esta guía te ayude y si hay algo más que tú haces para tener tu voz en óptimas condiciones, puedes ponerlo en los comentarios y así sumar tu experiencia a estos consejos.
Si te interesa conocer más sobre cómo cuidar tu voz, puedes leer mi artículo Cuidados de la voz
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