Cómo pasar de incompetente a experto
En este artículo te cuento cuáles son los principales obstáculos que se presentan para poder crecer en entendimiento y competencia en el canto y cualquier otra área de la vida.
En el canto, como en muchas otras actividades y disciplinas de la vida, debemos intentar pasar de ser incompetentes inconscientes a ser competentes inconscientes, y para ellos vamos a pasar por 4 etapas.
4 etapas para lograr ser expertos en una disciplina
- Incompetencia inconsciente: esta es la etapa en donde todos comenzamos, somos incompetentes para lo que queremos hacer, pero no tenemos conciencia de qué estamos haciendo mal, no tenemos el conocimiento correcto como para poder darnos cuenta de nuestros errores y corregirlos.
- Incompetencia consciente: en esta etapa comenzamos a ser conscientes de lo que no sabemos, de lo que necesitamos aprender, de los errores que estamos cometiendo. Esta etapa nos va a impulsar a querer investigar y aprender más y a también ejercitarnos en lo que necesitamos cambiar.
- Competencia consciente: esta es la etapa en la que vamos haciendo ajustes a lo que necesitamos cambiar. En el caso del canto, podríamos decir que refiere a nuestro entrenamiento técnico, cuando ya sabemos qué es lo que hay que corregir y tratamos de concentrarnos en ese aspecto técnico en específico para poder corregirlo. Durante esta etapa las cosas salen bien siempre y cuando nos concentremos en cómo hacerlas.
- Competencia inconsciente: esta es la etapa en la cual se puede decir que "dominamos" un área en particular. Es cuando las cosas las hacemos correctamente aún sin pensar. Cuando hemos repetido un ejercicio una y otra vez, el cerebro crea "atajos" hacia esa técnica, la "automatiza", al punto que ya podemos ejecutarla sin pensarlo. En el cantante, esta es la etapa en la que puede cantar su canción a la perfección sin casi pensar en la técnica.
La soberbia: el peor obstáculo para el crecimiento
Uno de los peores obstáculos que existen en el crecimiento de cualquier persona, para cualquier ámbito en la vida es la soberbia, es ese punto en que una persona cree que lo sabe todo y aún no sabe nada.
Imaginen que comienzan a escalar un monte de 1000 metros de altitud, el monte tiene un pequeño pico a los 100 metros, entonces, al escalar llegan a esos 100 metros, y piensan que ya llegaron a la cima. Si piensan que están en la cima, ¡ya no hay más para escalar! Pero si tan sólo se atrevieran a mirar alrededor, se darían cuenta que aún queda mucho por escalar. Lo absurdo sería que alguien nos grite desde un punto más alto, diciéndonos que aún nos falta escalar mucho, y nosotros le dijéramos "estás equivocado, yo ya estoy en la cima".
Sin embargo, esto nos pasa todo el tiempo a todos los seres humanos, es la soberbia, la arrogancia innata que tenemos, que nos impulsa a creer que sabemos más de lo que en realidad sabemos. Descubrir nuestra ignorancia puede ser un golpe duro, pero es necesario para poder crecer.
Bertan Rusell plasmó esto en una frase: "El problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas".
El Efecto Dunning Kruger
En el año 1990, en la ciudad estadounidense de Pittsburgh McArthur Wheeler, un hombre de 44 años atracó solo dos bancos, siendo de día, sin llevar ninguna cobertura en la cara. La policía rápidamente lo apresó y este hombre se mostró sorprendido de que lo reconocieran, porque se había rociado la cara con jugo de limón.
Lo que sucedió es que unos amigos de Wheeler le habían hecho una broma, haciéndolo creer que el jugo de limón podía hacer invisible a una persona, Wheeler hizo la prueba, se puso limón en la cara y se sacó una foto y su rostro no salió en esta (probablemente estaba mal encuadrada). Para él esto era prueba suficiente de que el limón realmente funcionaba para invisibilizarlo y así es que se roció la cara con limón y robó los dos bancos a mano armada.
Esto parece una historia de ficción, pero realmente sucedió. El hecho llamó la atención de un profesor de psicología, David Dunning y le llevó a comenzar una serie de investigaciones con un colega de nombre Justin Kruger. Estas investigaciones los llevaron a ganar el premio Nóbel en psicología en el año 2000.
Ellos comenzaron a hacer una serie de experimentos en donde intentaban medir el grado de conocimiento y competencia de un grupo de personas en tres áreas: la gramática, el razonamiento lógico y el humor. Antes de comenzar las pruebas le pedían a los participantes que dieran una autoevaluación de su nivel de competencia en estas áreas y luego le hacían los exámenes. Lo que hallaron fue que, en general, mientras mayor era la incompetencia de la persona, menos consciente era de ello. Las personas más competentes y capaces solían infravalorar su propio conocimiento y capacidad. Este hallazgo es lo que luego fue llamado "efecto Dunning-Kruger".
La conclusión de este experimento fue que frecuentemente los incompetentes son incapaces de detectar y reconocer su incompetencia y no suelen reconocer la competencia de otras personas. También se dieron cuenta que una persona que es entrenada para recibir habilidades que antes no tenía, con el tiempo puede reconocer sus incompetencia previa y cambiar de mentalidad.
Este gráfico ilustra la mentalidad general de una persona en su proceso de aprendizaje.
No sabemos lo que no sabemos
Dunning y Kruger decían que "las dificultades para reconocer nuestra propia incompetencia nos conduce a hacer autoevaluaciones infladas." Por eso, algo fundamental para poder salir de la trampa de la incompetencia es reconocer que no sabemos lo que no sabemos.
Esto parece cómico o hasta paradójico, pero es importante que nuestro conocimiento o entendimiento sobre un área puede que esté sesgado. Quizá hemos escuchado a alguien que consideramos experto en un tema en particular y ya pensamos que tenemos la "verdad" sobre el asunto. Esto hace que nos cerremos a escuchar otras voces que quizá contradicen a esa postura.
En el canto pasa todo el tiempo, alguien que recibió formación clásica quizá cree saberlo todo sobre la voz y descarta por completo algún método moderno, porque piensa que no le puede aportar nada nuevo. Por otro lado, alguien que estudió con un método moderno puede pensar "este método se basa en la ciencia, así que es mejor" y descarta por completo siquiera el escuchar lo que tiene que decir alguien que tiene otra formación o visión sobre el canto. De esta manera, cada quien se queda sólo con una parte de la información, descarta todo lo demás y cree tener "toda la verdad" sobre el asunto.
Pero si reconocemos que no sabemos lo que no sabemos, entonces vamos a tratar de encontrar qué es lo que no sabemos y así crecer en nuestro conocimiento y entendimiento. Por eso es bueno intentar escuchar con atención y sin prejuicios a las personas con diferentes puntos de vista, aunque se contradigan totalmente con lo que pensamos.
Muchas veces, un concepto incorrecto puede llevar a una práctica correcta y un concepto correcto terminar en una práctica incorrecta. Lo ideal es tener los conceptos correctos y las prácticas correctas. En el canto vemos muchos ejemplos de cantantes con los conceptos "correctos", pero que no cantan bien y les cuesta mucho corregir sus problemas vocales, y hay otros que con conceptos incorrectos han logrado desarrollar voces increíbles. Para mí el ejemplo claro son los cantantes clásicos, hay muchos conceptos de las antiguas escuelas de canto que hoy se sabe que son científicamente incorrectos, no obstante, históricamente han producido voces extraordinarias ¿vamos a descartar todo el conocimiento correcto que han acumulado con los años tan sólo porque algunos de sus conceptos no se ajustan a los nuevos descubrimientos científicos?
Otro ejemplo son las voces del góspel, blues y soul, que por años han estado dando cantantes con voces rasgadas y efectos sorprendentes, pero que la "ciencia" consideraba "perjudicial para la voz", hasta que nuevas investigaciones fueron mostrando que las distorsiones bien trabajadas no causan daños a la voz. Y es que incluso los científicos sufren de este efecto de arrogancia incompetente ¡porque son humanos! Cuando se dieron cuenta que cientos de voces con distorsión eran voces sanas, entendieron que no sabían lo que no sabían y comenzaron a estudiar con más detenimiento qué es lo que sucedía con la voz en las distorsiones.
Y esto que aquí lo aplico al canto, es aplicable a todo área de la vida. No sólo tenemos que observar a quienes tienen un discurso perfecto, sino más bien a quienes en la práctica pueden demostrar lo que enseñan. Los resultados repetidos y consistentes son mejor guía que una teoría formulada con el más pulido vocabulario.
Rodéate de los que tienen experiencia en tu área de desarrollo
Los levantadores de pesa, los "power lifters", no compiten contra gente sin entrenamiento, compiten contra otros que levantan pesos similares o mayores que ellos y de esas competencias se puede ver quiénes tuvieron mejores resultados en menor tiempo y así estimar qué método de entrenamiento es mejor y así avanza la metodología en general.
Un equipo de fútbol de primera, no juega un torneo contra equipos de barrio, se mide contra otros equipos igualmente entrenados. Cuando un equipo pierde le sirve para analizar por qué perdió y cómo mejorar su desempeño en los siguientes partidos.
Cantar es un arte, y no cantamos para competir, pero la técnica vocal entra más en el lado de la ciencia, es la forma en que entrenamos la voz para luego poder usarla artísticamente. Esta técnica vocal tiene que ser puesta a prueba comparativamente con otras técnicas para que así podamos evaluar qué cosas funcionan y qué cosas no en la búsqueda de una cualidad sonora específica.
Si bien es cierto que no todas las metodologías funcionan para todas las personas y no hay una única forma de entrenar la voz para obtener resultados, sí podemos observar metodologías que llevan a un progreso muy lento y al estancamiento y otras que permiten un avance más rápido y eficaz. Por eso es buen que te rodees de otras personas que están aprendiendo a cantar, o enseñando canto, y vayas viendo los resultados que obtienen, el nivel de crecimiento que van teniendo y encontrar los puntos "ciegos" en tu propio entendimiento, de este modo, es más fácil avanzar.
Lo peor que puedes hacer es intentar cubrir tus errores
A nadie le gusta tener que reconocer que se equivocó. Sobre todo porque muchas veces hay otros que intentarán señalar ese error para hacernos quedar mal. Por esa causa hay quienes intentan tapar sus errores, manteniéndose firmes en lo que piensas, no dejándose corregir y buscando todo tipo de fuentes que puedan avalar su forma de pensar.
Es muy común que busquemos "confirmar" lo que creemos y pensamos a través de otras fuentes que digan lo mismo que nosotros pensamos. Pero es un gran error omitir y descartar la voz de los que piensan diferente. El peor lugar en el cual estar es el de aquél que sabe que está en un error, pero prefiere sostener ese error con un gran "arsenal" en lugar de reconocerlo y cambiar.
La verdad es cualquier ámbito de la vida nos permite crecer, nos permite ser mejores en lo que hacemos, nos ayuda a comprender mejor qué es lo que estamos haciendo bien y haciendo mal. Lo peor que podemos hacernos a nosotros mismos es permanecer continuamente en una mentira o un error, ya sea por arrogancia, por temor a lo que digan los demás, o por la comodidad de no querer tener que hacer el cambio necesario.
¡Reconoce que no lo sabes todo!
La soberbia es la cualidad por la cual una persona cree erróneamente estar más arriba que otras personas, ya sea en importancia, conocimiento, inteligencia, habilidad u otros aspectos. Si crees estar en la cima de la montaña, ¡no seguirás subiendo!
Hay personas que son arrogantes en muchas áreas y las podemos percibir como tales, pero la realidad es que todos tenemos soberbia y arrogancia en ciertas áreas, todos los seres humanos tenemos que luchar contra esas áreas de soberbia. Ser humildes intelectualmente no es algo con lo que nacemos, sino que es una actitud que debemos ejercitar.
¡Mira hacia arriba, toda la gente que ya ha escalado más alto que tú! En el momento en que reconocemos que no sabemos lo que no sabemos, es el momento en que empezamos a buscar la forma de aprender eso que no sabemos. En el momento en que reconocemos que somos soberbios o arrogantes es cuando podemos abrir nuestros ojos y oídos a lo que otros tienen para decir y mostrarnos.
Termino con dos frases de la Biblia que resume perfectamente todo esto que vengo diciendo:
"Si eres sabio, para ti lo serás; pero si eres burlador, sufrirás tú solo" (Proverbios 9:12)
"Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo" (1 Corintios 8:2)
Para seguir aprendiendo:
The Dunning-Kruger Effect - Cognitive Bias - Why Incompetent People Think They Are Competent
Efecto Dunning-Kruger, o por qué mucha gente opina de todo sin tener ni idea
Por qué los INCOMPETENTES desconocen que lo son: el efecto DUNING KRUGER
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